15 novembro, 2006

Lutero y el Capitalismo

“Sigo asombrándome de la vigencia actual del pensamiento de Martín Lutero” sostuvo Daniel Beros, profesor de Teología Sistemática, al responder una pregunta sobre el particular luego de su disertación sobre “Martín Lutero y el capitalismo”, en la Iglesia Valdense de Montevideo, convocada por la Federación de Iglesia Evangélicas del Uruguay (FIEU) en el marco de la programación por sus cincuenta años.

Presentado por el Presidente de la FIEU, pastor Oscar Bolioli, el también pastor de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP) y profesor en el ISEDET, de Buenos Aires, Daniel Beros inició su exposición recordando que el “complejo proceso” desarrollado desde Constantino marcó profundamente a la Iglesia que luego fue continuadora de ese sistema.

La oposición de Lutero a ese sistema, fue ilustrada por Beros con citas de las conocidas 95 Tesis y de la abundante producción de pensamiento del Reformador que siempre acompañó con la acción y las exhortaciones a los pastores “de oponerse al sistema de usura y avaricia”, fundamentándose en la Palabra de Dios.

Uno de los ejes desarrollados por el pastor de la IERP, fue el de abordar el tema del “tiempo” en la época post constantiniana. Con certeza, Beros explicó que, para entonces, “el tiempo” era controlado por la Iglesia la que, especialmente en el desarrollo de lo conocido como “las Horas”, marcaba “los tiempos” de la vida cotidiana desde el amanecer hasta el fin del día.

Luego, con el aumento de las actividades mercantilistas y de las consecuentes relaciones comerciales, el tiempo pasó a ser pautado por la sociedad civil y marcado por el valor económico hasta llegar, señaló Beros, a la conocida consigna de “El tiempo es oro”.

La original propuesta de Beros, sobre la importancia del concepto del tiempo para abrir una ventana a la interpretación de esa época y su desarrollo posterior, tiene válidos antecedentes en la historia de la humanidad.

En la mitología griega, “Las Horas” eran hijas las hijas de Zeus y Temis. Se contabilizaban tres, Eunomía, Diké y Eirene, las del Orden, la Justicia y la Paz, porteras del Cielo que podían abrir o no las puertas del Olimpo. Asociadas a las tres estaciones, Primavera, Verano e Invierno –luego se agregó el Otoño-, eran las controladoras del ciclo anual. Mas tarde, al dividirse el día en doce horas, lo fueron de la jornada diaria, desde donde la Iglesia lo utilizó para sus “horas” que regulaban la educación, trabajo y hábitos de los seres humanos. El cumplimiento de esas regulaciones disminuía las tensiones de la culpa y acercaba la aprobación de un buen estar luego de la muerte.

Desde allí resultó comprensible la explicación de Beros al referirse que la Iglesia, al ver el uso del tiempo secularmente y que se salía de su control, aplicó el sacramento de la penitencia por el cual para el perdón de los pecados había que utilizar las indulgencias que, generalmente pero concretamente con los nuevos ricos, debían hacerse por pagos monetarios. Así la Iglesia utiliza el sistema mercantilista para proveerse de fondos que, por cierto, fueron abundantes.

Beros centralizó la oposición de Lutero a ese sistema mercantilista de la iglesia, en estrecha relación con la muerte, al “desarmarlo” con su crítica al sacramento de la penitencia y a las indulgencias. Para Beros, esta conocida posición del Reformador tiene sus profundas raíces al destruir un sistema de relaciones humanas y con Dios, por lo que la “gratuidad” de la salvación por medio de Jesucristo adquiere implicaciones sociales que trascienden las fronteras eclesiales.

Entre las numerosas citas del pensamiento de Lutero sobre el sistema comercial, la usura, la avaricia, vale mencionar las reflexiones del ex monje agustiniano acerca de la inmoralidad del comportamiento de los proveedores de productos, quienes aumentan el precio de ellos ante la demanda de la gente, sin que se tenga un mejoramiento de la calidad o algunas otras causales. La opinión de Lutero es que, de esa forma, el comerciante no solo cobra por el valor en si de su producto sino también por “la necesidad”, es decir, utiliza y explota la “necesidad” de los pobres a su beneficio pecuniario.

La presentación del profesor Daniel Beros, el martes en la Iglesia Valdense, culminó una serie de actividades recordatorias de los 50 años de la FIEU, entre las que se encontraron la entrevista con el Presidente de la República, Tabaré Vázquez; cultos sobre la Reforma en la Iglesia Valdense de Colonia y en la Iglesia Central Metodista, con la predicación del pastor Emilio Castro y un concierto coral en la Iglesia Evangélica del Río de la Plata.

En la actualidad, la FIEU es presidida por el Pastor Oscar Bolioli, de la Iglesia Metodista, y como Vice Presidente el Capitán Cesar Farias del Ejército de Salvación.+ (PE)

15/11/06 - PreNot 6320
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