Dificuldades y oportunidades del ecumenismo

El ecumenismo “llegó a su clímax el pasado mes de febrero, en ocasión de la Asamblea del Consejo Mundial de Iglesias (CMI)”, realizada en Porto Alegre, comentó la pastora Ofelia Ortega al ser entrevistada por Manuel Quinteros, director del programa Frontier Internship in Mission con sede en Ginebra, Suiza.

Ofelia Ortiga, cubana, es una de los ocho presidentes del CMI. De marcado compromiso con el ecumenismo y con las iglesias en Cuba piensa que “El movimiento ecuménico vive un tiempo de crisis. En parte a causa del aumento del fundamentalismo, en parte como fruto de una mayor tendencia al denominacionalismo. Parecería que el entusiasmo ecuménico de algunas iglesias ha disminuido. Por otro lado, está el fenómeno del neo-pentecostalismo, que experimenta un crecimiento sostenido y que no es muy favorables al diálogo”.

A la vez, la líder ecuménica visualiza “nuevos fenómenos y desafíos que están acercando a las iglesias” sosteniendo que “hoy son cada vez más las iglesias que ven la necesidad de sumar fuerzas para enfrentar los problemas que trae consigo la globalización, particularmente la desigualdad y la pobreza”.

Otro de los componentes que presionan para el trabajo común entre las iglesias es el creciente deterioro del medio ambiente. En ese aspecto “cuando cada iglesia por su lado y luego en diálogo las unas con las otras descubrimos nuestra responsabilidad común en el cuidado y la preservación de la Creación”.

Por otra parte, le ecuménica cubana expresó que “En los últimos años parece que algunos temas se han convertido en piedras de tropiezo para la cooperación ecuménica, como es el caso de la sexualidad humana” que es “un tema muy complejo y hasta tabú para algunas iglesias” como se aprecia en la Comunión Anglicana y en otras iglesias, que “pueden llegar a causar división” provocando dolor en las personas afectadas y en las congregaciones.

Ortega no ve “recetas simples para asumir este desafío” considerando que “El discernimiento es un proceso que toma tiempo y exige reflexión y diálogo” que debería tener como punto de partida esencial reconocer que “la iglesia es una comunidad inclusiva e incluyente” y que el debate teológico tiene que continuar en la línea de lo que ha hecho el CMI con sus conversaciones ecuménicas.

Personalmente cree que “las iglesias históricas y ecuménicas deben continuar con esta iniciativa. No siempre fuimos suficientemente sensibles a los problemas y necesidades de nuestra gente, ni suficientemente humildes para abrirnos a lo que otras expresiones cristianas pueden aportar”.

Sobre la situación en Cuba, Ofelia Ortega dijo que “Hoy vivimos una situación inédita en Cuba con la enfermedad del presidente Fidel Castro” y citando al cardenal Jaime Ortega, líder de la Iglesia Católica Romana cubana, “cualquier proceso que ocurra en la isla será responsabilidad de los cubanos y cubanas que allá vivimos. Rechazamos cualquier injerencia extranjera; sólo a nosotros nos toca decidir nuestro destino”

Luego corrigió la idea de que “las iglesias en Cuba son simplemente víctimas del sistema” porque esa expresión desconoce “el notable crecimiento numérico y espiritual y el extraordinario esfuerzo diaconal de nuestras iglesias”

Comentó que “En el Consejo de Iglesias de Cuba (CIC) participan 25 de las 49 denominaciones inscritas en la isla, y en los últimos quince años -desde que se declaró el llamado "período especial" por el colapso del campo socialista y los negativos efectos en nuestra economía- esas iglesias han realizado programas de servicio muy significativos: en el campo del desarrollo sustentable, impulsando la agricultura orgánica; en la producción de medicina natural alternativa; con personas discapacitadas” y que además, mediante la comisión bíblica del CIC “se distribuyó cerca de dos millones de Biblias en los últimos años, beneficiando también a iglesias no asociadas con el Consejo, como la Católica Romana”+ (PE)

PreNot 6207 - 07/09/06
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