14 dezembro, 2009

SALMO POR NUESTRA PATRIA

I

Señor, concede a nuestra democracia

El don de la justicia

Amasada por el pueblo

Y por el pueblo repartida,

Para que todos sepamos cuánto nos quieres

Y conozcamos el sabor de la libertad.



II

Que la paz llegue sobre nosotros

Como la sombra de las nubes

En un día de calor insoportable

Que veamos llegar a la justicia

Como un nublado que asoma tras las lomas

Y después cae suavemente como la lluvia

Sobre el paraje y sobre el barrio

Y hace brotar el perfume de la tierra

Como una oración agradecida.



III.

Que la dignidad de los humildes

No sea vendida a precio vil en los mercados.

Que los chicos adolescentes de la calle

No queden expuestos a la cacería de los prepotentes.

Que nada resulte más valioso

Que tu templo sagrado: las personas.



IV.

Que no haya un solo rincón de la patria

Que no reciba la atención y el servicio merecidos.

Que nuestra gloria sea

El cariño por la dignidad del pobre,

Al amor de los desamparados,

El homenaje constante a tus preferidos.

V.

Rescátanos del infierno de todas las violencias

De la guerra, de las dictaduras,

De la impunidad y la corrupción,

De las deudas y los ajustes,

De la riqueza codiciosa, sin medida,

Que acarrea tanto dolor para los pobres.



VI.

Que las riquezas que nos regalaste

Nos lleguen de la madre tierra sin forzarla

Para que nuestros nietos puedan disfrutarlas.

Que tales riquezas no inspiren la codicia

De los que trabajan solamente por ganancias.



VII.

Que todos los que lleguen a nuestra mesa

Reciban nuestro abrazo sin mentiras

Y nos den el respeto que siempre merecimos.

Que nos traigan el regalo de su canción

Y escuchen la nuestra y bailen con nosotros-as.



Fuente: Revista ACCION de INCUPO

(8/2002-Pág. 14).